El riesgo del alto consumo de azúcar en la Infancia
En un estudio reciente, difundido por la Academia Americana del Corazón, se estableció una relación entre el alto consumo de azúcar y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en los niños. Sabemos que la obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de estas enfermedades, así como también la hipertensión arterial, diabetes mellitus, el síndrome metabólico en la edad adulta, y también lo es en la infancia. La azúcar excesiva, se ha identificado como un factor que favorece el desarrollo de caries dental y obesidad. Pero lograr vincularlo al desarrollo de enfermedades cardiovasculares es novedoso, sobre todo porque se ha pensado que sus efectos son observables a largo plazo y este estudio demuestra que no es así.
Los investigadores informan que en niños y adolescentes entre los 2 a 19 años, más de seis cucharaditas de azúcar añadida o 100 calorías de azúcar añadida en la dieta presentaron consecuencias ligadas a enfermedades cardiovasculares y aterosclerosis.
La alimentación complementaria es un pilar fundamental para la prevención de la desnutrición en los menores de dos años; pero muchas prácticas nutricionales arraigadas a nuestra cultura contribuyen a la utilización de azúcar añadida a los alimentos, favoreciendo enfermedades cardiovasculares, sobrepeso y obesidad en nuestra población infantil. El azúcar añadido a la dieta, aumenta el aporte energético de la dieta pero pobre en micronutrientes, proteínas, grasas necesarias para la formación de nuevos tejidos y muy importantes para neurodesarrollo.
El estudio fundamenta sus conclusiones por la observación de un aumento en los depósitos de grasa en los vasos sanguíneos que causa estrechez de los vasos y comprometiendo la oxigenación del corazón, cerebro, riñones y otros tejidos. Eventualmente con aumento de la presión arterial. Les recuerdo que, en nuestro metabolismo, el exceso de azúcares es transformada en grasa que se “guarda” en el hígado para su posterior utilización y también se va depositando en el endotelio de los vasos sanguíneos.
Todos fuimos niños una vez y nos encantaba comer pastillas, goma de mascar, chocolates, caramelos, postres, gaseosas; pero en nuestra época, no teníamos la facilidad de acceso a estos productos con la frecuencia que observamos actualmente. De manera que los padres debemos estar vigilantes del consumo responsable. La azúcar añadida es responsable del 16% de las calorías necesarias en la dieta de un niño, según los resultados observados en esta investigación y los efectos son dosis dependiente. Es decir, a mayor consumo de azúcar, mayor son los efectos.
Este estudio concluye, que la cantidad recomendada de azúcar añadida en la dieta no debe sobrepasar los 25 gramos de azúcar al día, y si tu niño tiene menos de 2 años, no deberías utilizarla. Debemos alimentar a nuestros hijos con alimentos naturales de distintas fuentes: proteína animal, vegetales, verduras, lácteos, vegetales, leguminosas y frutas y a las frutas no debemos agregarle azúcar añadida.